El flamenco es uno de los mayores exponentes de la identidad cultural andaluza. Es un vehículo de expresión de sentimientos profundamente enraizados en nuestra tradición, depositario de valores sociales, económicos y culturales.
El baile flamenco es la forma de transmitir nuestra cultura expresándonos a través del movimiento de nuestro cuerpo con el apoyo de la guitarra y el cante, que le prestan la música, el compás y el ritmo imprescindibles para su realización.
Para empezar a bailar flamenco hay que estar convencido de ello y ser paciente; no es algo que pueda aprenderse en dos días y si alguien te dice eso, te está “vendiendo la moto”. De hecho, el flamenco es una danza en la que a la dificultad de aprender los pasos y movimientos, se añaden los códigos de entendimiento con el guitarrista y el cantaor, las características específicas de cada palo, el sentimiento y el arte que hay que ponerle…
Pero no por esto hay que tenerle miedo. Todo lo contrario. Su mayor virtud es que es un baile cuyo encanto está en la personalidad y el arte de quien lo interprete y otras cualidades, como la juventud, la resistencia o flexibilidad que se exigen en otras danzas, no son imprescindibles. Con unas mínimas facultades, estudio, constancia y mucho corazón, casi todo el mundo puede llegar a aprenderlo y disfrutarlo.
El baile flamenco hay que sentirlo y hacérselo sentir al que lo contempla. Hay que saber dar salida a los sentimientos y a la expresión de nuestra personalidad. Para ello, hay que entender el cante y la guitarra y dejarse llevar por ello.
¡OS ESPERAMOS!